NO SIEMPRE TENEMOS LA CERTEZA DEL MOVIMIENTO DE LA VIDA, DE VIVIRLA COMO QUEREMOS Y CON LA SENSACIÓN CONSTANTE DE ESTAR EN UN SITIO QUE NO NOS PERTENECE. NOS MOVEMOS PERO NO CAMBIAMOS DE LUGAR, CAMBIAMOS PERO SEGUIMOS SIENDO LOS MISMOS. PARECEMOS ATRAPADOS, ESCLAVOS DE NOSOTROS MISMOS Y DE NUESTRO TIEMPO.
SOMOS MÁS PARECIDOS A NATURALEZAS MUERTAS (STILL LIFE) DE LO QUE PENSAMOS, ESTÁTICOS Y SUJETOS AL CAMBIO DEL TIEMPO, CON UN FINAL SEGURO E INEVITABLE, Y CON UNA BELLEZA EFÍMERA, COMO SI FUÉRAMOS MUERTOS EN VIDA. ACTUAMOS COMO SI FUÉSEMOS ETERNOS, SIN PENSAR EN NUESTRA MORTALIDAD Y SIN TENER EN CUENTA LA BREVEDAD DE NUESTRO PASO POR LA TIERRA.
EN ESTA MUESTRA, FRANCESC ROSSELLÓ (MALLORCA, 1994) REFLEXIONA SOBRE LA FUGACIDAD DE LA VIDA PLASMÁNDOLA EN ESCENAS AUTOBIOGRÁFICAS QUE DESBORDAN INTIMIDAD. CREA ESCENAS MUY PERSONALES DENTRO DE GRANDES NATURALEZAS MUERTAS, SUGIRIENDO EN ELLAS UNA QUIETUD QUE, SIN EMBARGO, TIENE VIDA. HA QUERIDO PLASMAR LOS MOMENTOS QUE REALMENTE NOS PERTENECEN Y QUE TAN POCAS VECES VALORAMOS DEBIDO A SU COTIDIANIDAD. A VECES, PARARSE, REFLEXIONAR Y VIVIR POR UN INSTANTE ES NECESARIO.
EN SU OBRA, EL ARTISTA MALLORQUÍN OSCILA ENTRE LO COTIDIANO Y LO EXTRAORDINARIO, LO ÉPICO Y LO COMÚN. MEDIANTE ESTOS TEMAS, ROSSELLÓ CREA UN NEXO DE UNIÓN CON LA HISTORIA DEL ARTE Y SU PROPIA VIDA, DIALOGANDO CON UN GRAN NÚMERO DE REFERENTES Y CONSTRUYENDO UNA HISTORIA COMO SI DE UNA PELÍCULA SE TRATARA, CENTRÁNDOSE EN UN PEQUEÑO FRAGMENTO VITAL DE ESTA.
AL IGUAL QUE EN LAS NATURALEZAS MUERTAS O BODEGONES, A VECES UNO SOLO TIENE QUE PARARSE, SER CONSCIENTE DE LA FUGACIDAD DE LA VIDA, RESPIRAR HONDO, VALORAR ESTOS MOMENTOS COTIDIANOS E ÍNTIMOS QUE PASAMOS POR ALTO, Y EMPEZAR A VIVIR.
